Mueres.
Si te preguntabas a dónde iba la señora embarazada...
-Ella se bajó en el seguro.
Sal solecito, caliéntame un poquito.
A veces le agradezco al viento que se fume parte de mi cigarro.
Ya no sé que hago sentada en esta esquina.
-Escribiendo.
¿Sabes cuál es la ventana del alma?
-La boca.
Inocencia
-Mamá, ¿qué es el diablo?
-Es eso que tienes dentro que nunca va a materializarse.
Hoy todos escogimos la misma combi.
-¿Quiénes?
-Los acongojados.
Hasta que una sonrisa con boca subió muy feliz y todos regresamos del trance de nuestros problemas.
Dijo:
¿Hace cuánto que estás sola?
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