domingo, 18 de diciembre de 2016

Sabe que algo anda mal, se asusta por que ya puede ser capaz de reconocer en si misma cuando está perdiendo la capacidad de estar bien, sabe que volverá a estar ansiosa, melancólica, perdida. Piensa que fue por todos los cigarros que se fumó la noche anterior, fue casi una cajetilla. Hoy vuelve a fumar otro, esa fue la señal que notó primero. Le pide disculpas al plato por haberlo usado de cenicero, se sienta a escribir. ¿Qué parte de ella empezará a derrumbarse primero? Prende el segundo cigarro de la noche, sigue escribiendo. Tiene reprimidos tantos sentimientos, nunca notó que estaba dejando pasar tantos. ¿cuál acudirá primero a ella para que se de cuenta que en realidad nunca lo dejó ir? No se había dado cuenta pero hacía más de dos semanas que no pensaba en la muerte como una posibilidad de escapar de todo. Una decisión como esa nunca fue tomada, Piensa que nunca ha sido suficiente el sufrimiento como para provocarse otro. Se mantiene tranquila mientras escribe, mientras termina su cigarro, pero no deja de pensar que los malos ratos de ocio en soledad volverán a llamarla. No sabe como estar bien, ya nadie le quiere ayudar con eso, han pasado más de 10 años, todos empezaron a cansarse de decir que sea paciente, que su momento llegará, Le entra humo de cigarro, no puede seguir escribiendo, arde. Deja todo. Cierra su mente y finge que los malos recuerdos nunca intentaron volver a ella.

sábado, 17 de diciembre de 2016

Estaba en la primaria, teniendo los primeros recuerdos de una infancia desastrosa, el primer amor... un desastre. El segundo amor, una herida abierta. Llegó a la secundaria, otro montón de encuentros fatales. Pero nadie sospechaba, ni ella misma, que terminaría preparando para la cena un huevo estrellado y spaguetti que solo necesita agua para estar listo. Al final solo tomó una cerveza, fumo un cigarro y se acostó a descansar la larga jornada de un trabajo que nunca sospechó que tendría a esa edad.

viernes, 16 de diciembre de 2016

Finalmente se han terminado todos los males del mundo.

En una banca frente al malecón se encuentran dos personas; un chico que acaba de salir de su horario nocturno en un hotel donde trabaja detrás de la barra y una joven que paso toda la noche atendiendo a clientes ebrios en una tienda de autoservicio. Una casualidad poco probable que siempre se da si dos personas que sienten el fin del mundo todas las mañanas al terminar su turno caminan a casa pensando que todo volverá a repetirse esa misma noche.
No se sienten capaces de seguir adelante y lo comentan entre ellos:

- Quiero ser ingeniero en sonido
-Yo quería ser artista

Uno de los dos jamás lo logrará.

Vino a mi mente un suceso que no ha ocurrido: "soñé conmigo" Aún cuando nunca ha pasado que yo aparezca en mis sueños, pensé en...