Finalmente se han terminado todos los males del mundo.
En una banca frente al malecón se encuentran dos personas; un chico que acaba de salir de su horario nocturno en un hotel donde trabaja detrás de la barra y una joven que paso toda la noche atendiendo a clientes ebrios en una tienda de autoservicio. Una casualidad poco probable que siempre se da si dos personas que sienten el fin del mundo todas las mañanas al terminar su turno caminan a casa pensando que todo volverá a repetirse esa misma noche.
No se sienten capaces de seguir adelante y lo comentan entre ellos:
- Quiero ser ingeniero en sonido
-Yo quería ser artista
Uno de los dos jamás lo logrará.
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